Cambio de planes.

Esta entrada trata de como un día que tenías planeado de una manera puede cambiar radicalmente y seguir siendo bueno.
Iba a llamarse "Un paseo por Madrid" si no recuerdo mal, pero he preferido cambiarle el título (total, un cambio más...) y a ver si así consigo que me dejeis algún mensajito con vuestra opinión... :p
El sábado pasado, (6-5-2006) en mi agenda aparece que había quedado con algunos de mis compañeros de clase para ir al casino a divertirnos un rato sin perder demasiada pasta. Yo aún no he perdido nada.
El caso es que el viernes íbamos a hablar todos y la gente empezó a echarse para atrás, Gloria no tenía ganas, a Diego no le apetecía, Elena y Ruth ya nos habían dicho que no... Resultado: nos quedamos Vicky y yo compuestas y sin plan. Pues nada, no se va al casino.
Llegado el sábado, al final llamo a Piper para ver si ella puede sacarme de casa porque tenía encima mucho atocinamiento por unas prácticas que no nos salían ni de lejos y me dice que sí, que si nos vamos a dar una vuelta por Madrid, que con eso de que está recién llegada de Londres, no veais el mono que ha traído de paseos... Y yo la entiendo y la acompaño encantada porque me encanta asi que para allá que nos fuimos.
Quedamos a las 8.30 en su casa y yo me puse mi camiseta del murciélago morado de Londres y una chaqueta de Mango muy estupenda ella, pero muy normalita también. Como no tenía ganas de peinarme, me hice dos trenzas bajas y a la calle. (Más adelante, sabreis por qué es importante esta descripción).
Decidimos ir a Atocha en el 32 si no recuerdo mal, y subir andando por el Paseo del Prado tras dar una buena vuelta para ver la plaza del museo Reina Sofía. Subiendo por el paseo pasamos por delante de un Burguer (curiosamente uno en el que he cenado con los de clase en otro momento) y como no había cola para pedir me cogí una ensalada que sería mi cena y me la llevé en una bolsa.
En un parque de Neptuno me la empecé a comer hasta que Piper me dijo que ella cenaría más tarde y me guardé el resto para terminármelo con ella.
Estuvimos en los columpios de Neptuno, como no podía ser de otra manera porque siempre acabamos allí cuando pasamos por delante.
Seguimos subiendo hasta Cibeles y desde allí por Alcalá hasta Gran Vía para que en el McDonald de Montera mi querida bruja se comprase su cena que fue otra ensalada.
Nos la tomamos allí, y ya empezó con la cosa de que se quería ir de fiesta, qué le apetecía mucho... Y como no soy de piedra y no me importaba salir, pues a Chueca que nos fuimos, que por esos lares era lo que estaba más próximo...
Dimos mil vueltas hasta que conseguimos pases para la discoteca que queríamos y por fin volvió a ser Javi el que nos los dió. A este paso nos hacemos íntimos... Ya van dos veces que le pregunto que si me da pases por su nombre: "Oye Javi, tienes unos pases..." Jajajajaja...
Aquí se hizo necesaria una trasformación por mi parte porque mi ropa no era como de fiesta, y Piper tuvo la idea. Lo que se hace cuando no se piensan las cosas... La solución fue que me cambiase sólo la parte de arriba y sustituyese la camiseta y la chaqueta por su chaqueta vaquera. Sin nada debajo... Bueno muy bien, pero donde me cambio??? Porque los bares estaban a rebosar, como para pedir ir al baño... Pues nada, solución rápida, sencilla y para toda la familia... (bueno lo de para toda la familia está por ver :p) Me cambié en la calle. Me puse contra una pared, Piper me tapaba con mi chaqueta y mientras me quitaba la camiseta y me ponía su cazadora. El siguiente cambio fue en el pelo que pasó de trenzas a dos coletas altas. Divina de la muerte... Jajajajajajajajajajajajaja...
Me lo pasé genial, y lo repetiría cuando hiciese falta.
Un paseo por Madrid que terminó a las 4.20 de la mañana. Como bien dijo ella: Piper, como te he echado de menos...
Bessssossss a repartir y sed buenos/as.