martes, octubre 26, 2004

Sigo buscando.

"Estoy en clase. Sola. Sin ti. El profesor habla y no soy capaz de escucharlo.
Nos veo, de pronto, en algún bosque perdido donde nadie nos pueda decir nada. Donde poder besarte sin miedo a que nos descubran. Veo nuestras manos unidas. Siento tus labios en los mios, en mi cuello, en mi ombligo... Escucho tu voz que me susurra, como cada noche antes de dormir. Puedo percibir todo esto y, a la vez, me doy cuenta de que no está sucediendo. Pero no me importa porque sé que existe. Sé que cuando hoy llegue la hora, iré a verte y me estarás esperando.
No en un bosque, ni en ningún lugar secreto. Seguramente, tendremos que escondernos. Besarnos como sin querer para que no comenten. Pero sólo hasta que encontremos un refugio, algún rincón sólo nuestro, donde poder amarnos como nos de la gana, sin que nadie tenga que meterse en nuestras vidas. Ese lugar es el que espero, quiero y deseo encontrar ya, para compartirlo contigo sin interrupciones, sin sobresaltos, sin miedos.

Pronto lo encontraremos nena y, entonces, a nadie le importará que te amo."