sábado, julio 21, 2007

Visita a CosmoCaixa

Sí, sí, sí, la lista de cosas que quiero hacer queda inaugurada, gracias a... ¡Diego!

Me dijo que quería llevar a un sitio y que a ver cuando sacaba un hueco. Como otra cosa no sé, pero curiosa soy un rato, en cuanto pude robarle un hueco a mi tiempo se lo dije y quedamos para hoy, sábado, a las 11.30 en mi casa. Porque eso es hacer las cosas bien y me llevaba y me traía. :)

No me dijo dónde íbamos, pero cuando vi que girábamos dirección Alcobendas mis sospechas se empezaron a confirmar. Aparcar delante del museo me ayudó mucho. :p

Sacó las entradas y empezamos el recorrido viendo una exposición temporal sobre los números. Diego, ¡quiero las fotos del número pi! Jajajajajajaja... Descubrimos que estamos muy bien hechos porque cumplimos la proporción aúrea y nuestro imbligo está donde debe, y que existe el número googol o algo así que se lo inventaron unos niños, o que el neperiano, como otros descubrimientos se dio sin que su descubridor se diese cuenta... Qué despistados estos genios. Y toca narices también, lo que nos haven estudiar... :p

Luego cambiamos de planta, a la exposición permanente, y ahí fue donde más trasteamos: con los campos magnéticos y las virutas de hierro, jugando con las poleas a levantar sacos grandes o tocar la típica esfera de los rayos que aún no sé de que son...

Como era la hora, nos subimos a ver la proyección del planetario y salvo por un niño tocahuevos que estaba detrás de nosotros, estuvo muy chulo averiguar entre otras cosas, que Venus es un infierno de atmósfera asfixiante... Pedazo de símbolo que los hombres escogieron para las mujeres... Jajajajajaja... ¿En qué estarían pensando?

Cuando terminó, nos bajamos a seguir viendo la exposición y fue cuando comprobamos que nuestros sentidos del gusto y el tacto no son nada sensibles (valga la redundancia) y que un disco con rayas negras, si gira muy rápido, tiene también rayas verdes, rojas... Tambien tocamos una espial con agua caliente y fría, y era muy raro porque no sabías si te quemabas o si se te helaba el dedo.

Luego jugamos con los péndulos, con las bases y los ácidos, y vimos la tienda y una cosa un poco sosa del planeta Tierra y nos volvimos a casita que ya eran cerca de las tres y había que comer.

Muchas gracias por esta mañana, Diego. Por querer sorprenderme y por conseguirlo. Sabía que el museo me gustaría, y ha sido un detallazo por tu parte llevarme. Pásalo muuuuuuy bien en Suiza y aún mejor en Alemania.

Bessssossss dedicados para ti, y de los de siempre, que no por eso valen menos, para repartir entres los demás. Sed buenos/as.