lunes, diciembre 25, 2006

Desde mi portátil nuevo.

Qué emoción poder escribir esto. Tengo un portátil nuevo y para mí solita…
Hoy ha sido un día de esos en los que las cosas se cumplen, aunque no haya empezado muy allá. No todo lo que mal anda mal acaba.
Me he despertado tardísimo a pesar de que le pedí a mi mama que me despertase para ir a comprar con ella. Como no lo ha hecho, pues en el sobre hasta las 15. Tenía ciento de cosas que hacer y al final sólo me ha dado tiempo a recoger mi cuarto, pero algo es algo.
Luego en la comida he estado hablando con mis papis y les he comentado que necesito un portátil. Les he dicho de comprarlo a medias aprovechando la beca y tal, pero al final han dicho que no, que o pagan ellos y cuando me vaya de casa se queda. (Eso ya lo veremos… jajajajajaja…)
Después de hacer un par de cosas nos hemos ido a MediaMark a por el bicho y un par de cosas más, y el problema ha venido a la hora de pagar, pero no por falta de pasta sino porque la tarjeta tenía un límite de 600 euros creo que eran a la hora de pagar en metálico, y nuestras compras lo sobrepasaban. Ha sido una historia, eh?
Ha tenido que ir mi mama al banco a sacar pasta para poder pagar en metálico y con tarjeta, pero al final ya es nuestro, ¡bien!
Al llegar a casa, con todo el follón ya eran las 7.30 o así, me he puesto a meterle el office, algunas fotos para poner de fondo de pantalla, le he metid el programa para que se entienda con el bluetooth… y se ha quedado sin batería y yo sin tiempo porque a lo tonto eran las 8.45 y yo tenía que salir de casa a las 9 para llegar bien al teatro Movistar.
Me he duchado volando, maquillado, “peinado” y después de saludar a Miguel, Angelines y María, que venían a cenar, he salido pitando y con la certeza de que llegaba tarde.
He avisado a Gloria y justo la batería de mi móvil ha decidido que ya no la necesitaba y se ha apagado. Mi castigo por alimentar al ordenador en vez de al móvil, esto no puede ser…
Volando en el transbordo y al llegar a callao, he conseguid llegar a las 22.20 al teatro. Laura y Rober acababan de llegar, pero Gloria llevaba allí desde las 10, su hora.
Hemos entrado, y después de una coña de unos que estaban en la puerta, que nos han pedido las entradas y no eran ellos los encargados de eso, hemos llegado a nuestro sitio y hemos comprobado que efectivamente, el segundo anfiteatro merece la pena si estás en primera fila. Detrás no se tiene que ver nada.
El musical ha estado genial, te ríes, lloras, cantas, aplaudes… He acabado con las manos dormidas de dar palmas.
Los actores y actrices eran puros monumentos que bailaban, y las cuatro horas (que se escribe/lee rápido) se pasan volando.
Al salir buscábamos un sitio para estar sentados tomando algo y charlando tranquilamente un rato antes de irnos a casa cada uno, pero todos los que yo recordaba que cerraban a las 4, hoy les ha dado por bajar antes el cierre y ni Underwood, ni Niké ni al Café Barquillo estaban abiertos cuando hemos llegado.
Había una luz encendida en un bar o cafetería y hemos entrado. No me atrevo a decir que haya sido un error porque me he reído como hacía mucho tiempo. Nada más entrar se nos ha quedado todo el mundo mirando y no ha sido una apreciación sólo mia. Nos miraban todos, y eso, en un bar donde había hasta tunos, da que pensar…
Hemos pedido refrescos todos y nos hemos puesto a investigar al local y la gente. Tenía toda la pinta, al final hemos llegado a esa conclusión, de ser un local de citas o algo así porque allí todos hablaban con todas y viceversa, y había muchos tocamientos y manos en la pierna… Entre gente de lo menos 45/50 años…

Laura nos ha dado sus regalos, un gorila de peluche monísimo, blanco, que venía con una especie de bandolera chiquitita con (chan-chan…) unas braguitas rojas para empezar el año como debe ser. Jajajajajaja... Son muy bonitas la verdad.cmo
Luego Gloria nos ha dado el suyo y era el jersey negro precioso que queríamos Laura y yo, y una piruleta enorme en forma de corazón y en la que pone “Te quiero” Más rica… He empezado a comerla y nos hemos ido ella y yo a investigar el tipo de local que era. Debería haberme dejado la piruleta en la mesa porque ha empezado a perseguirme un señor por el local. Primero sonreía mucho cuando estábamos viendo al pianista, y cuando estábamos en la barra preguntando si había algo para comer, volvía al acecho… ¡Uy que repelús!
Ya en el sitio hemos charliqueteado un rato y sobre las 4 hemos pedido la cuenta para irnos. Han tardado bastante y encima vienen con un susto de 6€ por refresco! No se arruinarán, no… Como no nos habían puesto ni panchitos ni nada y encima nos cobraban ese dineral, hemos dejado escrito en la cuenta: “No patatas † No panchitos = No cenicero” Y nos hemos ido. Jajajajajaja… Qué risa por favor. Entre eso y la señora de la súper laca, que se alborotaba el pelo y le quedaba hacía arriba como en “Algo pasa con Mary” pero por detrás.Me he redído…
En Cibeles nos hemos separado todos y mi bus ha salido nada más llegar yo.
Otra cosa ha sido el de Conde de Casal, pero es lo que tiene llegar a las 4.30 cuando el búho sale a las 5.
Chicas/o, a ese sitio no volvemos, pero tenemos que enterarnos de dónde nos metimos aunque sólo sea para informar después de que de eso se puede salir... Esperemos que Jose Luis Coll stuviese allí por lo mismo que nosotros, porque no había nada más abierto. J
Me voy a ver si duermo un par de horas, que mañana he quedado con Jesús a las 10 en el metro para que me deje uno apuntes de Elena.
Bessssossss a repartir y sed buenos/as.