martes, febrero 12, 2008

Cuidándome




Hola a todos/as!
Me ha dicho un pajarito que algunos por ahí creeis que estoy todo el día en casa, estudiando y limpiando. Pues no. Tampoco es que esté todo el día de fiesta en fiesta, pero no preocuparse porque no estoy aburrida en absoluto. Y para muestra un botón.
El domingo Cristina y yo queríamos darnos un homenaje y cumplir una de las cosas que tenemos pendientes de hacer: berenjenas rellenas.
Lo planeamos un par de días antes y compramos todo lo necesario. berenjenas, carne, tomate, queso parmesano y... el postre: fondue de chocolate con fresas y trocitos de pan de leche. ¿Cuántos se están acordando de mi dieta ahora? Jajajajaja...


Después nos tiramos al sofá para digerir esa ingente cantidad de comida ("para los de la LOGSE: Ingente= muchísima cantidad de comida"Goyo Jiménez) y suspiramos al ritmo del Diario de Noa. Cuando terminó nos animamos jugando al Twister pero como entre dos personas no es tan divertido porque jugamos de las dos maneras posibles: primero una y la otra gira la rueda y Wen la para y a ver quién aguanta más órdenes (Cristina 32-Sara 25) pero que lo malo es que no te estorbas; o las dos a la vez y las órdenes se dictan una a la otra, no tenemos la maldad suficiente y cuando nos veíamos muy mal nos dejábamos descansar. La solución: ponernos a bailar aerobic a las 22 de la noche.
Cuando creimo que los vecinos habían aguantado la tortura suficiente rato y nos dimos cuenta de que al día siguiente había que madrugar, cogí mis cosas y me fui a casa.
... Casi, casi. Antes tenía que llegar a la planta baja y para ello opté por el ascensor. Y él me escogió a mí. Apenas empezó a bajar se paró, abrió sus puertas y me dejó ahí colgada. Y nunca mejor dicho, mira por donde... Jajajajaja...
Cristina se portó como el cielo que es y se quedó en las escaleras haciéndome compañía hasta que llegó el técnico para rescatarme. Afortunadamente no tardó mucho, 10 ó 15 minutos, no ya tanto por el estar dentro del ascensor, que me daba lo mismo ya que ni tengo claustrofobia ni me daba miedo caerme (para una cosa en la que le tengo fe a la electrónica...) pero eran las 23.30 ya, y apatecía estar en la camita...
La pedí que me enseñara el autómata pero no llevaba la llave de la sala asi que nada, otra vez será.
Llegué a casa sin problemas y me acosté hasta el día siguiente.
El lunes me di cuenta de que mi compañero de piso ha debido de irse al viaje que tenía que hacer a Madrid por trabajo directamente desde su casa porque no ha aparecido. Como cenar sola no mola mucho y en la tele los lunes no recordaba nada de interés, me organicé una cena en la cama con sesión continua de Embrujadas en versión original.
Aquí está la prueba de que no me lo monto tan mal, o al menos yo me lo paso pipa :p

Montones de bessssossss a repartir y sed buenos/as.


2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

colgada en un ascensor! si es que lo que no te pase a ti! :D

9:47 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Desde luego, esta chica vive al límite, ja ja ja ja ja

4:22 p. m.  

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