5 días en Madrid

Últimamente mis viajes se reducen a mi ciudad querida, y si bien me encanta, creo que va siendo hora de cambiar un poco de escenario. Además, veros cuando voy allí es un caos, siempre se me queda alguien (más de uno y más de dos), tengo sólo un par de horas para la gente con la que quedo, y me paso el día de aquí para allá. ¿Que me gusta? Ya. Me gusta no parar, que todos queráis verme y que os desplacéis o y comprendáis que sólo tenga un rato para cada uno, cosa que por cierto os agradezco mucho. Me gusta veros y saber qué es de vosotros viéndoos la cara y no sólo por teléfono y poder abrazaros, sobre todo cuando hace falta. Es cierto que todo eso me gusta. Es muy reconfortante comprobar que te has ido y la gente sigue ahí, esperando.

Este último viaje ha sido un gran ejemplo de lo que acaban siendo todos y la verdad ahora me apetece mucho más que estéis aquí y dedicaros cada hora de los días.

El sábado cuando llegué fui directa al hospital a conocer a mi sobrina y estuve allí hasta las 22 de la noche. Según llegué a casa me acosté porque estaba psicológicamente agotada.

El domingo me levanté como a las 9 y a las 10 ya estaba fuera de casa. A las 12.30 quedé con Eva en Madrid y acabamos comiendo por ahí.Desde allí fui a casa de mis abuelos donde había quedado con mi madre para volver al hospital. Estuvimos hasta las 8 y a las 9 estaba en casa de Cris. La entretuve hasta las 11 y me tuve que subir andando a casa porque se me fueron los buses en las narices.

El lunes empezó temprano también. A las 8.40 salí de casa a Getafe, a visitar a mis antiguos compañeros a la hora del café. Estuve hasta las 12 y en media hora me planté en Atocha a tomar algo con Vicky. A las 2 fui a buscar a mi madre al trabajo y fuimos juntas a Rivas: ella a la peluquería y yo a comer con Carlos hasta que mi mama terminó la sesión de belleza y pusimos, de nuevo, rumbo al hospital. Estuvimos con ellos hasta que empezaron a recoger porque ya tenían las dos el alta médica.

Cenamos sandwiches y al aeropuerto a despedir a mi mama que se iba a Sudáfrica. Aquí mismo. A las 12 estábamos en casa otra vez y a mimir, que falta hacía.
El martes me levanté más o menos temprano otra vez y salí a las 10 de casa. A las 12 llegué a casa de mi hermano para despedirme de ellos. Fue difícil pero al final puse rumbo a casa a las 2.30. Había quedado con mi prima a las 4.30/5 en su casa y al final llegué tarde. Estuvimos en la bolera donde se nos unió el pitufo, hasta las 7. Luego la devolví a casa y no pude quedar con Carlos pero mi padre me llamó para que fuese a casa antes de lo previsto.
Estuvimos intentando arreglar el ordenador y cenando chino. Cuando desistimos pusimos Jungla de cristal IV y nos la dormimos los dos. Estábamos rotos.
El miércoles arriba, hacer la maleta, última visita a Cris y al aeropuerto.
Las visitas aquí tan bien son un no parar, pero el tiempo es sólo vuestro. Dos han sido las personas que me han dicho que tienen ganas de venir a verme aquí para que les pueda dedicar más tiempo, y me parece la mejor opción.
¿Alguien se apunta?

Bessssossss a repartir y sed buenos/as.