Tantas cosas que quiero contaros...

Hi!

¿Qué tal? ¿Pelín hartos de pasaros y no ver novedades? Lo siento mucho, de verdad. Es raro el día que no me pasa algo que quiera contaros o que me hace reflexionar y querer escribir, pero es más raro aún el día que tengo tiempo de nadear en el trabajo o internet y tiempo simultáneamente en casa. Hasta hoy. :D

Cosas que quiero contaros desde el 7 de noviembre. Por ejemplo, que ya salió la nota de química: 3,75. Sí, lo sé, un desastre. Por eso ya me he puesto las pilas para que en el próximo no me pase lo mismo, vae?

Por si vale de algo, que supongo que no de mucho, suspendió el 77% de la clase y sólo hubo un notable. La asignatura se llama fundamentos de química y la carrera es... química. Yo de ellos me planteaba un par de cosillas sobre mi futuro, pero yo, que le doy muchas vueltas a la cabeza.

Más cosas. Salió la fecha de los exámenes y he tenido la ¿mala? suerte de que los tengo el mismo día los dos. Uno por la mañana y otro por la tarde. La duda sobre si la suerte es buena o mala os la explico ahora. En primer lugar, lo que se viene rápido a la cabeza es: "puf, vaya por Dios, no había días que tienen que ser los dos a la vez..." ¿No? Bueno, pensadlo así: En un día me quito los exámenes y no vuelvo a tener responsabilidades universitarias, exceptuando la matrícula, hasta el 18 de febrero. ¿No mejora la suerte? Jajajajaja... Si no fuese porque trabajo, podría bajar a Madrid más de un mes. Y pensad cuántos de vosotros podréis aprovechar para venir a verme porque entre semana es más barato, y aunque yo trabaje a las 13.30 estoy fuera. Id echando cuentas, oky? Sobre todo cuento con mi bombón, pero estaré encantada de ver a quién le apetezca visitar Barcelona.

Y hablando de visitas. Estos últimos días han sido especialmente intensos en ese aspecto. El viernes vino Eva por la noche y ha sido el fin de semana más casero de la Historia, jajajaja... Ha hecho un frío helador por estos lares y lo último que me apetecía era vestirme para salir. Fuimos a ver el hospital de Sant Pau y comprar los bombones para el regalo de mis hermanos (espectaculares en presentación, olor y sabor, pero no penséis mal que sólo probé un mordisquito). Después nos fuimos a Diagonal mar a pesarme y a cenar las tres a casa de Cristina. Nos volvimos sobre la 1 o así para descansar bien.

El domingo nos quedamos en casita y el lunes a trabajar otra vez.

El mismo lunes a las 13.15 llegaron mi hermano y mi cuñada y se vinieron a comer a casita y después nos fuimos a ver la Sagrada Familia, Diagonal (Casa de les Puntxes), Paseo de Gracia (Museo Vinçon, Pedrera y Casa Batló), plaza Catalunya, Porta del ángel, un poco del barrio gótico, plaza de Sant Jaume y a casita a cenar y a dormir todos después de un paseo impotante.

Al día siguiente yo trabajaba por la mañana así que se fueron a ver el barrio gótico otra vez, la catedral de Santa María del mar, Colón y Las Rambla.s. Luego quedamos en plaza Catalunya y comimos por allí.

Como el día anterior vimos la Pedrera y la Casa Batló de noche, subimos Paseo de Gracia para hacer las fotos con luz de día y desde ahí cogimos el bus que nos subió al Parque Güell, y ya lo vimos todo.

Era la primera vez que veía el parque desde que estoy aquí ya que la única vez que fui antes fue con Cris pero era de noche y no vimos nada, asi que al fin pude hacerme bien la foto.:D

Después vuelta al hotel a por la maleta y a la estación.

Sé que llegaron bien aunque un poco tarde porque había que hacer transbordo por carretera ya que no entran trenes en Sants desde Madrid.

La siguiente parada era con Cristina, a la segunda visita a Ikea en dos semanas. La anterior fue a por el edredón que ahora tengo en la camita y que es muuuuy calentito! Jajajaja... Ayer me compré un tazón y unas bombillas. Fui buena, eh?

Y ahora, lo último que quería escribir.

Escribió Risto Mejide (Sí, sí, el de O.T. El que no lea su hartículo los viernes en ADN, por favor que lo haga, son reflexiones en estado puro que hacen reflexionar, valga la redundancia.) en el periódico del viernes 9 de noviembre: "Juzgar a alguien sólo por haberlo visto siempre como jefe, o como amigo, o por la tele, es como decir que conoces el color azul porque sólo lo has visto en el cielo, que es el que más se ve. Tan correcto como incompleto." Y sigue un poco más adelante, "Todos sufrimos de prejuicios. (...) El problema no es dejar de tener prejuicios, porque eso es imposible. El problema es cuando hace tiempo que no destruyes ninguno. Eso es que te estás creyendo demasiado, que te escuchas demasiado a ti mismo, que quizá no estés dejando que la realidad haga lo único para lo que sirve, que es sorprenderte y contradecirte. "^

Por si alguien necesita la aclaración. el texto se lo inspiró la última obra de Pedro Ruiz de la que dice que el actor tira por tierra más de ochocientos prejuicios durante más de dos horas. Cuenta que de camino a casa, "no podía parar de pensar en la necesaria diferencia entre rol, papel, personaje y persona."

Pues eso.

Sed buenos/as y bessssossss a repartir.