miércoles, febrero 20, 2008

El salto pendejo, pues.

Fin de semana de locura, divertidísimo e intenso.

El pitufo llegó el viernes y quedamos en la universidad porque tenía que hacer la matrícula del segundo semestre y escanearla el mismo día para pedir el préstamo de nuevo (¡CONCEDIDO!). Después de comer me fui pitando a la presentación del máster y llegué un poco tarde (5 minutos) pero como se retrasaron no pasó nada. Una hora después de decirnos cosas que ya sabíamos o que podíamos encontrar en la web, nos soltaron y volví a casa andandito.

Luego fuimos a sorprender a Cristina y después de risas, besos y abrazos nos pusimos a planear el corto más absurdo. Empezó pretendiendo ser de miedo con loca y todo y acabó siendo la parodia de un culebrón mejicano (por decir algo) con tintes porno-absurdos. Sé que promete pero tendréis que esperar a que el montador tenga un rato que dedicarle porque tiene mucho curro.
A las 4.30 nos pareció que ya era hora de irse a dormir y como nada nos molestó pues nos levantamos cada uno a la hora que nos dió la gana (11: yo; 12: David; 14.30: Cris)
Quedamos a comer en casa y después nos pusimos a buscar sonidos para añadirle al corto y nos dieron las mil. Luego cenar, arreglarse un poco y al Michael Collins a tomarse al menos una cerveza. O dos.
Nos recogimos pronto, a las 3.30 o así, porque ya teníamos plan de rodaje para e día siguiente y había que madrugar.
A las 10.40 picamos en casa de Cristina, nos fuimos a un ciber a por la canción cuyo videoclip íbamos a versionar y empezamos a hacer el monguis en el Hospital de Sant Pau, Avinguda Gaudí, Carrer de la Marina, hasta la playa. Toda la calle para abajo saltando, grabando, haciendo playback y tonterías varias.
Cuando llegamos a la arena eran más de las 3, estábamos sin comer y llevábamos horas pegando botes y brincos. El rodaje en la playa fue rápido y a casa.
Comimos en casa de Cris esta vez, monté un poco del videoclip, jugamos al Twister con Marta, una amiga de David que se nos unió y le enseñamos las payasadas varias del fin de semana.
Cenamos y a la camita pronto que al día siguiente era lunes.
Casi pierde el vuelo por hacerme caso y estar allí algo más de media hora antes y es que yo contaba con que tendría en checkin hecho ya, pero nuestro pitufo al final pudo poner rumbo a Madrid sano y salvo a eso de las 10 de la noche.
En otro post detallaré mi lunes, porque fue memorable. O al menos tengo muy buen recuerdo de él.
Aquí va un avance de lo que se nos va la pinza...

(Que la música esté acelerada es culpa del Movie Maker, que conste)
Bessssossss a repartir y sed buenos/as.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Y ni siquiera necesitasteis LSD.
Espeluznante documento.

12:08 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home